martes, 22 de noviembre de 2016

Las carreras de Caballos


Antiguamente las carreras de caballo se hacían sobre caminos paralelos, en un recorrido reglamentario  de una cuadra o cuadra y media.

A los caballos que intervenían en las carreras se los llamaba cuadreros y a los jinetes peones.
En los cotejos y desafíos  para concertar, se ofrecían ventajas como estas: "le doy la rompida al moro  con el bayo", "le doy dos cuerpos de ventaja al tordillo con el guatoco", etc.

Concertada la carrera, los peones hacían pasear de tiro a sus caballos por sus respectivos caminos, hasta el sitio de la largada. Allí montaban y después de dos o tres quebrantadas para igualar la rompida, salían.

El público, que se hallaba congregado en la guasca, gritaba: "Se vinieron", "sin simbrón el oscuro", etc. Al llegar a la guasca, se escuchaban exclamaciones como estas: "Gano el oscuro", "Gano el tordillo con la tabla del pescuezo", etc.

Las apuestas eran elevadas. había pasión por las carreras. La gente acudía a ellas desde los lugares más distantes. Siempre aparecía un caballo de tapada (animal no conocido entre los cuadreros de fama).

Las carreras se sucedían una tras otras, aparte de las pactadas con anterioridad con sumas realmente astronómicas  que se corrían de primero.


Los gananciosos pagaban la banda y se iban a bailar al pueblo donde bebían y reían sin descanso.

Extractado del libro: "Escarbando el Pasado" de Aquino Ibañez.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario